10 nov 2011

RACIONALIDAD Y SOSTENIBILIDAD

Tómate un par de minutos y échale un vistazo al siguiente texto:

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La racionalidad, la elección racional de muchos individuos, es una poderosa fuerza que actúa decisivamente sobre la evolución cultural. Cuando no se ve frenada por la imposición y la violencia, acaba conduciendo al progreso. A pesar de todos los problemas y dificultades de nuestra época, es obvio que la racionalidad está actuando en varios frentes y que, al menos en las zonas más desarrolladas del mundo, el progreso es palpable. A su vez, la posibilidad misma y el alcance del progreso dependen de la asimilación de la racionalidad como valor por parte de la población.
Nuestros problemas, necesidades y fines básicos nos vienen dados por nuestra naturaleza. Las soluciones a esos problemas, los métodos para satisfacer esas necesidades y los medios para obtener esos fines nos vienen dados en gran medida por la cultura. La cultura nos suministra el repertorio de soluciones, métodos y medios entre los que podemos elegir los más apropiados a nuestra idiosincrasia y circunstancia. Cuanto más rica y variada sea la oferta cultural a la que tengamos acceso, tanto mayor será la probabilidad de que en ella encontremos la manera de satisfacer nuestras necesidades y alcanzar nuestros objetivos.
La evolución cultural solo es parcialmente previsible. No sabemos qué papel jugarán el azar, la violencia, la rutina y la elección racional en su desarrollo. En la medida en que la elección racional juegue un papel preponderante, es de esperar que la humanidad se encamine hacia una cultura única y muy rica en variedades, cuya distribución estadística diferencial a escala local esté determinada básicamente por variables ecológicas, como el clima y el suelo.
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Hace falta un enorme esfuerzo de racionalidad colectiva para llevar a buen término de un modo consciente el proceso de convergencia cultural que ya se está produciendo espontáneamente, impulsado por los progresos del transporte y la comunicación, y para superar sin guerras ni catástrofes ecológicas la crisis cultural en que estamos inmersos.
Si todo saliese bien, podríamos alcanzar una cultura universal que ofreciese a todos los humanes de este planeta unas posibilidades de bienestar, libertad y felicidad como nunca se han conocido hasta ahora.
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Aquí no estamos hablando de ninguna utopía, sino de una salida positiva a la crisis actual. Esta salida positiva no exige ningún cambio de la naturaleza humana. Los humanes seguirán siendo como son, como están genéticamente programados para ser. Seguirá habiendo egoísmo, agresividad, codicia, holgazanería, ansia de dominio, estupidez, fanfarronería y cuantos aspectos oscuros de nuestra naturaleza queramos señalar.
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Pero también seguirá habiendo simpatía, amor, curiosidad, creatividad, laboriosidad, ganas de competir y triunfar, de esforzarse y de superarse uno mismo, inteligencia y alegría de vivir. De todo hay en nuestro acervo genético, y de todo seguirá habiendo. Pero con gente así -como nosotros- se puede organizar el mundo, de tal modo que las necesidades e intereses de la inmensa mayoría de los humanes se vean satisfechos y que la variedad de la biosfera se vea salvaguardada.
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"LA CULTURA DE LA LIBERTAD"
Jesús Mosterín.




Imagino que te haya hecho reflexionar un poquito...
En tal caso, ¡ánimo con tus elecciones racionales!

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